¿Tu mente está todo el día bailando la conga?
¿Es como una banda de mariachis con trompetas que nunca se calla?
¿Como un tiovivo en la feria dando vueltas sin parar?
Pues tienes suerte.
La mía antes era un mono con platillos en pleno carnaval.
Con fanfarria y timbales a ritmo de «paquito el chocolatero».
Era una pesadilla. No me dejaba descansar ni un segundo.
Tenía que encontrar algo que me ayudara a detenerla.
De modo que me puse mi traje de explorador y me adentré en la selva de las técnicas más conocidas del momento.
El camino no fue fácil. Probé de todo.
Un día probé la meditación.
Me senté en el suelo, cerré los ojos y puse la mente en blanco. Al principio iba todo bien: sentía tranquilidad, calma mental…
Pero de repente, ¡zas!, me salió la lista de la compra:
«Un bote de mayonesa, dos berenjenas, tres morcillas de Burgos».
Hice varios intentos con la meditación, pero cada vez iba a peor. Se añadían cosas nuevas a la lista: «un tarro de mermelada», «una pechuga de pavo»…
No podía seguir así.
Así que tuve que probar otros métodos.
Probé el yoga.
Practiqué la postura del lotto, el guerrero, el gato, el perro, el camello… No sé si me faltó algún animal.
Lo que sí me di cuenta con el yoga es que tengo tanta flexibilidad como una tubería de madera.
Y que todas las articulaciones y los huesos de mi cuerpo crujían en cada movimiento.
Definitivamente, no era para mí.
Otro día, probé la respiración consciente. Y me pasó que cuanto más consciente la hacía, peor respiraba.
Y no era eso precisamente lo que necesitaba para calmar mi mente.
Así que lo dejé ahí.
Después, probé el mindfulness, que me dijeron que lo solucionaba todo en la vida.
Valía para:
Encontrar la claridad mental.
La paz interior.
El equilibrio emocional.
La dimensión paralela.
Las llaves de tu coche.
Para resolver la raíz cuadrada de veintisiete.
Y hasta para librarte de la hipoteca.
Pero lo cierto es que conmigo no funcionó.
Por último, también pensé en probar a abrazar árboles y mantener una relación romántica con un roble. Pero no sabía cómo presentárselo a mi familia.
Después de tanto probar cosas diferentes, estaba ya a punto de rendirme.
Pero de pronto surgió algo no esperaba. Algo completamente al azar que me abrió un nuevo camino lleno de posibilidades.
Un día, mientras estaba divagando sobre la vida, encontré una técnica que no solo consiguió silenciar mi mente, sino que revolucionó por completo mi forma de ver la psicología.
Y cuando la apliqué con mis pacientes se disparó por cien el número de casos de éxito en mi consulta.
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Por cierto, ¿aceptarías consejos de felicidad de una rusa chiflada?
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Y lo más importante, te enseñaré ejemplos prácticos de cómo aplicarla en cualquier situación de tu vida personal y profesional.
Ya sea con tu pareja, tu negocio, tu familia, tus amigos o incluso para ligar.
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¿Quién soy yo?
Soy Alberto Hidalgo.
Entrenador de mentes.
Domador de emociones.
Desactivador de virus mentales.
Soy un psicólogo enamorado de las técnicas concretas y sencillas que funcionan.
Practico una psicología sin palabrería, sin corbata, ni diván.
En mis sesiones nadie llora, no hablo de tu pasado, ni de teorías con «purpurina» que en la práctica no sirven de nada.
Mi prioridad es el avance real de mis pacientes y clientes. Me baso en técnicas que aportan un valor demostrable. No aplico técnicas de vídeos de TikTok.
Tengo que confesar que mantengo un romance apasionado con dos amores que me tienen conquistado el corazón.
Por un lado la Psicología, por el otro la Seducción/Persuasión.
Por eso, en mi consulta atiendo solo a dos tipos de clientes:
1. Los que desean poner en orden su mente y en forma sus emociones:
Personas que quieren superar miedos, timidez, bloqueos, inseguridad, etc.
Que desean mejorar su mentalidad, ganar confianza e incrementar su motivación.
2. Las que desean Atraer, Seducir, Persuadir e Influenciar en los demás:
(Principalmente, en los negocios).
Emprendedores, empresarios y dueños de negocios que quieren aprovechar el potencial de la Seducción, la Persuasión y la Comunicación Emocional para generar contactos, clientes, ventas y dinero.
Ya seas del primer tipo de personas o del segundo, si necesitas reservar una cita conmigo, me puedes escribir a: alberto@menudocambio.com
O si antes quieres conocerme un poco más, te puedes apuntar a mi newsletter gratuita. Donde recibirás consejos prácticos sobre Mentalidad, Gestión de las Emociones y técnicas para aumentar tu capacidad para atraer y seducir, en tu vida personal y en tus negocios.
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Te espero dentro.
O no.
Como decidas estará bien.